El invierno, con su clima frío, presenta una serie de desafíos para los que buscan mantener un hogar cómodo y eficiente desde el punto de vista energético. Entre los obstáculos más comunes y problemáticos se encuentran aquellos relacionados con la eficiencia de las ventanas, entre los que encontramos la pérdida de calor, la condensación u otros inconvenientes que pueden ocasiones problemas más graves. En este artículo, vamos a tratar en detalle todos ellos, explicar su problemática más frecuente durante la temporada invernal y proporcionar pequeños consejos desde el punto de vista profesional que nos ayude a prevenirlos, aunque, como siempre decimos, lo ideal es realizar un mantenimiento periódico de las ventanas para que estos problemas se minimicen.

La ventana hace que se pierda el calor del interior de la vivienda

La pérdida de calor a través de las ventanas es uno de los problemas más significativos durante el invierno. Las corrientes de aire frío pueden filtrarse al interior si las ventanas están mal selladas o si los componentes, como los marcos o los vidrios, carecen de eficiencia energética, así como no se han instalado de manera óptima. Para prevenir la pérdida de calor, se recomienda lo siguiente:

• Aislamiento eficiente: la incorporación de cortinas más "pesadas" o persianas puede contribuir significativamente al mantenimiento de la temperatura interna durante las noches frías. Además, la instalación de películas aislantes en las ventanas proporciona una capa adicional que mejorará la eficiencia energética.
• Sellado profesional: la inspección regular y el mantenimiento de los sellos de las ventanas son uno de los puntos críticos y que tenemos que tener en cuenta siempre durante la época invernal. Cualquier grieta o espacio debe ser reparado con precisión utilizando producto específico o cintas de sellado de alta calidad. Además, es vital asegurarse de que las juntas y los marcos estén en perfecto estado para garantizar un rendimiento óptimo.
• Doble o triple acristalamiento: en el caso de ventanas antiguas, la actualización a ventanas de doble o triple acristalamiento supone una inversión de valor en términos de ahorro energético y, por lo tanto, ahorro en la factura de la calefacción. Estas ventanas cuentan con varias capas de vidrio separadas por un espacio aislante que mejora significativamente la capacidad de aislamiento térmico.

Condensación de la ventana en invierno

La condensación en las ventanas es un problema común durante el invierno y puede tener consecuencias perjudiciales para la estructura de la vivienda y para la salud, derivados de la formación de moho. Para prevenir la condensación, además de contar con ventanas de calidad e instaladas por profesionales, os proponemos las siguientes prácticas:

• Ventilación efectiva: garantizar una adecuada ventilación en el hogar es esencial para reducir la humedad en el aire interior. El uso de extractores en baños y cocinas, junto con la apertura ocasional de ventanas durante períodos secos, puede ayudar a eliminar la humedad. Si dispones de ventanas con ventilación cruzada, unos minutos al día bastarían para realizar una ventilación efectiva del espacio que permita eliminar esa humedad indeseada.
• Deshumidificadores: La incorporación de deshumidificadores en zonas con alta humedad relativa puede ayudar a reducir la cantidad de humedad en el aire, disminuyendo así la probabilidad de condensación en las ventanas.

Formación de hielo en las ventanas

Se trata de un problema habitual en zonas con climas muy fríos y puede tener efectos adversos tanto en las ventanas como en la eficiencia energética. Para evitar la formación de hielo, se deben adoptar las siguientes medidas:

• Calefacción uniforme: mantener una temperatura interna constante en el hogar es crucial para evitar fluctuaciones extremas que puedan llevar a la formación de hielo.
• Aislante de ventanas: la instalación de un aislante de ventana en el interior de las mismas reducirá significativamente la transferencia de frío desde el exterior.
• Control de humedad: la humedad es una mala compañera de viaje para la época invernal. Ya hemos visto anteriormente que afecta a la condensación, pero también controlar sus niveles es importante para prevenir la formación de hielo en las ventanas. La humedad excesiva puede contribuir a este problema, por lo que su control es fundamental.

Por lo tanto, las ventanas en invierno suponen un gran desafío porque representan la unión de nuestro bienestar en el interior de la vivienda, con el frío del exterior. Trabajando de la mano de profesionales, adoptando las medidas adecuadas y contando con unas ventanas de calidad, es posible prevenir estos problemas comunes y mejorar la eficiencia energética interior. Un aislamiento de calidad, un sellado efectivo y un control exhaustivo de la humedad en el hogar puede convertir las ventanas en aliadas en la lucha contra el frío invernal.

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